domingo, 16 de enero de 2011

SÍ quiero...

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Hoy es el día, el mejor, el que subrayara todos tus días hasta el final de todos ellos, el que dirá adiós a todos tus años de una vida oscura y solitaria a una luminosa y plena de vida, en el que por fin te sentirás preciosa o mejor dicho la princesa de tu cuento de hadas, por un día no serán otras personas que resaltaran sino TÚ, la que brillara y dejara a la sombra a los demás, porque brillaras como una estrella en el cielo sin astros que le envuelvan en una noche de invierno, el día en que solo te criticaran por lo preciosa que estás y lo feliz que te sientes, porque HOY es tu día, en el que te sentirás protagonista de tu vida, y en el que nadie te eclipsará.Hoy te sientes feliz, llena de gozo, apunto de estallar de la alegría que ya no puede más estar acumulada en tu diminuto cuerpo y él tan grande, él te esta ganando y ya no puedes remediarlo porque tienes ganas de llorar, gritar, reír, saltar..., todas esas emociones quieren salir al exterior, pero sabes que tienes que controlarlo porque sino se arruinara el perfecto maquillaje que te han puesto para estar radiante y el vestido que te envuelve y te hace sentir una princesa de el cuento de hadas en el que te encuentras en estos momentos junto a ÉL, que te está esperándote en el altar también impaciente por poderte ver y decir las ultimas dos palabras para poder empezar una nueva vida
                                                                   
                                                    JUNTOS
                                                                                   
                                                                           hasta que la muerte os separe...

domingo, 2 de enero de 2011

Entre las nubes

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-Perdone, señorita
-¿si?
-¿Podría soltar la manga de mi camiseta?
-Disculpe, no era mi intención-sentí como mis mejillas se teñían de un tono carmesí.
-No pasa nada-
Sentía como otra sacudida del avión, en el que me encontraba en estos momentos para llegar a Berlin, me envolvía de pánico, haciendo que suba las rodillas al asiento, escondiendo mi cara empapada en lágrimas, sentí como alguien me sacudía el hombro, ahora que quería el hombre mayor que antes me había llamado la atención por el pequeño percance de antes, ¿no le bastaba con que le hubiera dejado en paz?, se ve que no.
-¿Se encuentra bien?-asentí con la cabeza escondida entre las rodillas, volvió a hacer otra sacudida el avión y solté un sutil quejido imperceptible, pero que aquel hombre que tenía al lado lo oyó perfectamente-¿seguro que se encuentra bien?-asentí de nuevo-¿Segura?-
Esta vez levanté la cabeza y la giré para aquel señor que aunque quería mostrarse amable, resultaba un poco pesado y entrometido para mi gusto,cuando estaba apunto de decirle con amabilidad que me encontraba perfectamente quitando lo de mis lágrimas en las mejillas, pero me resulto imposible pronunciar alguna palabra porque el que tenía al lado mía que parecía ser mucho mas mayor que yo tenía aproximadamente mi edad, no se cuanto tiempo pasó desde que me quedé observándole hasta que él sonrió con su perfecta dentadura y yo salí de mi trance.
-Segura-le sonreí para que viera que eran verdad mis palabras.
-No creo que pueda decir lo mismo viendo su hermosa cara teñida en lágrimas-ante aquellas palabras me sonrojé al instante y se me hizo imposible no agachar la mirada de él, sentí como su mano acariciaba ligeramente mi mejilla y me hacía un ligero cosquilleo tras su tacto, sin darme apenas cuenta me hizo levantar la cara obligándome a mirarlo y levantó su otra mano limpiándome las lagrimas que cubrían mi cara, con delicadeza aparte sus manos de mi cara, no es que no me gustara sino que me sentía incomoda, me sentí mal cuando vi su cara ante el rechazo y enseguida lo aclaré.
-No es que no me agrade si no que me siento incomoda, porque no nos conocemos de nada...-asintió sonriendo, yo también sonreí recordando que todavía estábamos cogidos de la mano.
-Me llamo Dave-
-Al -se quedó la última sílaba de mi nombre atorada a mi garganta cuando el avión dio otra sacudida y instintivamente me agarré a lo primero que tenía al lado en este caso a Dave, y me abracé a él con todas mis fuerzas, enseguida me di cuenta de la situación y me quité- Lo siento, pero es que tengo miedo a los aviones y pues eso...- miré al suelo avergonzada jugueteando con mis dedos, pero Dave me levantó la cara mirándome con ternura.
-No pasa nada, siempre que quieras me puedes abrazar-.Esta vez fue él que me atrajo hacía sus brazos y me abrazó, me sentía relajada entre sus brazos solo que aveces cuando el avión daba pequeñas sacudidas le apretaba mas fuerte, y recordando una cosa me acerqué a su oído.
-Por cierto, me llamo Alice, pero de diminutivo me gusta Al- sentí como sonreía.

La razón por la que sonrío